En
esta reflexión final si tengo que pensar cuales eran mis conocimientos previos,
he de decir que me movía más por, intuición y en otras ocasiones por ensayo y
error a través de la observación.
Tengo
dos hijos pequeños a los que he ido ayudando en su aprendizaje. Al principio
estimulándoles de la mejor manera que he sabido hacer en las primeras etapas,
después una vez que han ido a Educación Infantil siguiendo las pautas en las
que estaba de acuerdo con la educadora. Ahora, una vez que ya han crecido y yo
he aumentado mis conocimientos intento reforzar lo que ven en clase.
En
relación con la enseñanza de la lectoescritura, antes lo veía más fácil de lo
que realmente es. Conocía el método de Letrilandia y la verdad es que me gustaba
su estructura, la forma en la que se presenta cada fonema convirtiéndolo en un
personaje y la enseñanza a través de los cuentos. Ahora, con lo visto en esta
asignatura, me doy cuenta que estaba en un error. Es un método que no se ajusta
al momento evolutivo del niño, no tiene sentido disfrazar las letras y más
adelante quitarles esos adornos, en definitiva enseñar algo que después tendrán
que desaprender.
He
aprendido que lo mejor para enseñar la lectoescritura no es únicamente seguir
un método a rajatabla, sino que hay que analizarlo antes de elegirlo, ver si es
adecuado para los niños a los que va destinado, y completarlo, es decir crear
tu propio método.
Dentro
de la asignatura el bloque correspondiente a los trastornos del lenguaje es el
que más me ha motivado, ya que estoy personalmente interesada en esta área y me
parece muy importante todas las acciones encaminadas a la detección temprana de
este tipo de problemas, ya que cada vez en las aulas hay más niños que
necesitan ayuda específica relacionada con problemas del lenguaje.
Gracias
a las aportaciones de mis compañeros y las mías personales he podido crear una bibliografía,
que considero bastante interesante, a la hora de profundizar en el estudio de
este tema y recursos fácilmente utilizables.
Yo soy
de la generación de antes de la LOGSE, que no aprendíamos a leer como se hace
ahora, aprendíamos que si juntábamos la m con la o sonaba “mo” y la t con la o “to”
y todo junto “moto”.
Las
cosas han cambiado y la forma de enseñarlas también ha evolucionado. Solo hay
que ver que ahora los conocimientos adquiridos hay que plasmarlos en un blog, en
el que compartes con todos los
compañeros tus inquietudes y en el que en la mayoría de los casos (salvo
algunas excepciones) siempre hay aportaciones positivas y constructivas que no
hacen sino enriquecer tus conocimientos.
Esta
experiencia educativa 3.0 me parece interesante ya que traslada al entorno
educativo muchas de las prácticas habituales de las redes sociales. Me permitirá
enfocar de una forma distinta aquellas necesidades de mis futuros alumnos
cuando pueda apoyarme en las nuevas tecnologías.
Hola Estrella, me ha gustado tu artículo, sencillo y claro. Estoy de acuerdo contigo en cuanto al método de "Letrilandia", pues mi hijo también lo ha estudiado y cuando le escucho:
ResponderEliminar- Mira mamá es D de DOCTORA
- Uf, ¡que horror!- pienso.
Pero mientras existan centros que apoyen estos métodos, poco podremos hacer los padres. Sin embargo nuestro trabajo en el aula puede marcar la diferencia y mejorar lo existente por las editoriales.
Seguro que poniendo cada profesional de su parte podemos cambiar las cosas.
Me alegra ver que valoras no solo lo que has aprendido (que visto tu blog hacia atrás ha sido muchísimo) sino también la metodología utilizada. Ha sido un placer conocerte, Estrella. Espero que nunca abandones este pensamiento crítico a la hora de conocer y valorar metodologías y materiales. ¡Mucha suerte!
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